Uno de los emblemas de la ciudad de Nueva York es el Puente de Brooklyn, con una longitud de 1834 metros (6016 pies) a través del río Este y uniendo las isla de Brooklyn y Manhattan, el Brooklyn Bridge fue el primer puente colgante del mundo.
La construcción comenzó en 1869 y fue terminado catorce años más tarde, habilitándose para su uso el 24 de mayo 1883. El día de la inauguración un total de 1.800 vehículos y 150.300 personas cruzaron el puente. Costó $18 millones y aproximadamente 27 personas murieron durante su construcción. Una semana después de la apertura, un rumor sobre que el puente estaba derrumbándose originó una estampida en la que perecieron doce personas.


Cuando se inauguró, era el puente colgante más largo del mundo, un cincuenta por ciento más largo que cualquiera construido previamente. Desde los años 80, ha sido iluminado en la noche para exhibir sus características arquitectónicas.
El estilo de la arquitectura es gótico, con característicos arcos de medio punto situados en las torres que lo mantienen y por el que transcurre el tráfico.



El puente fue diseñado por la firma de arquitectos perteneciente a John Augustus Roebling de Trenton, Nueva Jersey. Roebling y su firma habían construido puentes colgantes más pequeños, tales como el puente colgante de John A. Roebling en Cincinnati, Ohio y el puente colgante Waco, en Texas, que sirvieron de prototipos para el diseño final del puente de Brooklyn. Durante los inicios de la construcción, el pie de Roebling fue dañado seriamente en un accidente y murió al cabo de unas semanas a causa de una infección de tétanos. Su hijo Washington que continuó con el proyecto sufrió mas tarde una enfermedad que le obligó a quedarse en casa de forma que su mujer Emily Warren Roebling, tuvo que tomar las riendas del proyecto guiada por las ordenes de Washington quien observaba la construcción desde su casa por un telescopio.


Hasta casi 70 años después de que el puente fuese acabado, no se realizaban pruebas aerodinámicas en túneles de viento sobre nuevas construcciones. De hecho la falta de este tipo de pruebas fueron los que ocasionaron el derrumbamiento del puente de Tacoma en 1940. Afortunadamente, Roebling acabó construyendo una estructura seis veces más fuerte de lo que se necesitaba y gracias a esto el puente de Brooklyn todavía está operativo cuando muchos otros construidos en la misma época se han derrumbado o han sido reemplazados.
El 24 de Marzo de 1983 el puente fue declarado parte de Monumento Histórico Nacional de la Ingenieria.
Tiempo atrás por el puente circulaban coches de caballos y tranvías. Hoy en día cuenta con 6 carriles para automóviles, una línea de Subway y un carril superior para peatones y bicicletas.

